martes, 18 de febrero de 2014

San Jacobos (o Sansas y El tormento y el éxtasis)

Este post es todo un reto por la cantidad de momentos temporales a detallar, y por la importancia del lenguaje corporal, que casi seguro perderá encanto al intentar transcribirlo. Espero que a la vez que intento guardarlo para mi recuerdoteca particular, consiga no aburriros por el camino, y que disfrutéis del momento tanto como nosotros, el santo y yo.

Este post habla de sexo.

Reconozco que hay demasiadas palabras poco afortunadas juntas: "disfrutéis", "lenguaje corporal", "santo y yo" y "sexo", y por supuesto, éxtasis en el título, y claro, a uno se le empieza a hacer la boca agua.

Sois unos malpensados.

Bueno, yo voy a intentarlo. Intento situarlo y describirlo:

Cuándo: hace unos meses, sábado, o tal vez domingo, a una hora indecente (las 7 de la mañana)
Dónde: en el salón, en el sofá
Quienes: las niñas y yo (ya os dije que érais unos malpensados)

Estábamos viendo PeloPicoPata, programa de animalitos, sus lesiones, sus enfermedades, sus manías y sus cosas, vamos. Un programa muy didáctico para ver un sábado a las 7 de la mañana con dos pedorras a las que no se puede levantar un lunes a las 8,20, pero que se levantan como un gallo a las 7 del fin de semana.

(Flashback 1, con la Niña Grande, a los 6 añitos, cuando yo embarazada de la niña chica era hábilmente interrogada por mejoresamigos sobre el origen de ese bebé en mi barriga, a lo que ella contestaba muy segura de sí misma: le ha puesto papá unos gérrrrrrrmenes a mamá en la barriga y le ha crecido la Niña Chica)

La Niña Grande conocía la teoría, la máquina y los operarios, pero desconocía la mecánica en sí, y era tan pequeña que, aún no sabiendo preguntar más concretamente, íbamos respondiendo según sus preguntas, y no más, que es lo que dicen los manuales-que yo leo muy diligentemente-que hay que hacer.

Flashback 2: ya habíamos pasado la fase en la que creyó que los gérmenes para embarazarse, le entraban a mamá por la boca al besarse....
-Ya, ¿pero cómo se ponen los espermatozoides (ex-gérmenes) en la tripa de mamá?
-Pues con el pene, hija
(cara de póker) Imaginamos que es porque no había llegado a ver el pene en su estado...digamos...glorioso. Supongo que es difícil de imaginar como un pellejo flácido puede depositar nada en ningún sitio.
-Ya, pero...¿cómo?
-Esto...¿tú te acuerdas como ponemos la gasolina en el coche? pues el surtidor es papá, y el depósito mamá. Papá pone el pene en la vagina de mamá y pasan los espermatozoides
-Ya, pero...¿cómo? ¿lo empuja? ¿y donde se hace eso? ¿en la cama? ¿y como se empieza?
-Socorrooooooooooooooo

En fin, fuimos poniéndole etiquetas, que hay que ver lo bien que vienen a veces:

-Mira hija, se llama hacer el amor, y hay que estar, atiende bien, hay que estar de acuerdo los dos (aleccionando, ea) y hay que querer los dos...y tener por lo menos, por lo menos, 30 años (seguro que a los 18 me lo perdona...)

Fin de flashback 2. Habrá más

Volvemos a PeloPicoPata. Porque por lo visto a ella lo del procedimiento ese de "hacer el amor" no le había quedado muy claro. El pellejo flácido le hacía flaco favor a la composición. En esas estábamos, cuando salió una imagen tal que así:

 
Bueno, ésta no. Esta es un Sanjacobo casero que hice el otro día, y que ahora, si me queda rato, os explico.
 
Como estaba diciendo, la imagen que salió, fue así pero más bestia si cabe, de un caballo montando a una yegua. Con la cosa enhiesta.

 
 
Describir los ojos de la Niña Grande es una tarea difícil ¿grandes como platos? ¿como cacerolas? ¿fuera de sus órbitas? ¿Boca abierta de asombro/estupor/espanto?
 
-Mamáaaaaa ¿qué es eso, qué le hace? pobre yegua ¿qué es eso? -se refería a la cosa enhiesta-
Su cara se transforma, su cerebro trabaja deprisa, recopila, refunde, y expulsa de nuevo, antes de que me dé tiempo a reaccionar, a responder, a cerrar mi propia boca:
 
-¿Esto es hacer el amor? ¿le está haciendo un hijooooooooooooo? ¿es esto, verdad?
 
-Sí, hija, el caballo está montando a la yegua
-Pero...pero no la gusta, ¡la duele!-mi pobre niña está en shock, pero no deja de hablar- ¿y ésto es lo que hay que hacer para tener niños? -sus ojos espantados piden una respuesta clemente, una mentira piadosa, algo que no sea así de terrible como imagina-
-Sí, hija
-Entonces...si tú has tenido dos hijas...¿lo has tenido que hacer dos veces? -iggggggggggggggggg se espanta de su propia conclusión-¿tuviste que hacer eso dos veces?
-Bueno, en realidad más (no sigas, no sigas, aprovéchate del shock...a ver si la dura hasta los...25) porque yo tuve cuatro embarazos para tener dos niñas...-su mirada me compadece, pero no por los dos abortos, sino por los supuestos cuatro coitos-
-¿Y lo hicisteis así?-Oh, dios, mi hija me está imaginando a cuatro patas con su padre detrás ¡oh, dios!
-Bueno, en realidad hay más posturas
-¿Ah sí, cuales?
-Bueno, otras, no sé, las que van surgiendo...esa del caballo, es una de tantas (por favor, borra tu imagen de tu mamá a cuatro patas por favoooooor)
 
Su atropellada conversación, casi monólogo de preguntas y propias conclusiones termina en...
 
Silencio
Más silencio
Y más silencio
 
Descubro que mi niña, quiere, como yo quería a su edad...ser mamá a toda costa. Y me pregunta, verdaderamente preocupada e interesada:
 
-¿Y no hay ninguna otra manera de quedarse embarazada que no sea hacer "eso"? -modo despectivo encendido
 
Verdaderamente me da penita, pero soy una malvada y quiero conservar a mi hija inmaculada bastante más tiempo del razonable. No quiero contarle aún lo que se disfruta, lo especial que puede llegar a ser, que puede y debe ser voluntario, sin intención de tener hijos. Es demasiada información de momento. Probablemente esté equivocada, pero en ese momento hablábamos de fecundación, y no de relaciones sexuales-emocionales-personales. Consideré más oportuno responder exclusivamente a sus preguntas...aunque tuviera que dejarla en semi-shock.
 
 
-Bueno, cariño, también se puede hacer por inseminación artificial, o fecundación in-vitro.
 
-¿y eso como es?
 
-Pues...te tienen que poner lo mismo, pero con jeringuilla
 
-Joooooooooooooooooooooo, ¡¡¡nooooooooooooooo!!!-se lleva desesperada las manos a la cabeza, realmente afectada, no sé si por la resignación a tenerse que ver como una yegüa, a tenerse que pinchar los espermatozoides o el óvulo fecundado, o a quedarse sin hijos. Su resignación era más bien por las dos primeras. Sus ojos no me dicen que fuera a renunciar a tener hijos.
 
Fin del flashback 33 y 1/4, porque ya he perdido la cuenta.
 
El caso es que estaba yo haciendo unos Sanjacobos caseritos para cenar, que no sé si os he contado antes, que eran el plato muy favorito de la Niña Grande, que cuando era pequeñita, así como la Niña Chica, los llamaba Sansacobos. Desde entonces la palabreja ha ido derivando, y en casa a veces se cenan sansas, y ese día es día de fiesta. Normalmente los compro congelados que para unas prisas, alegran la cena, y te la resuelven, pero de vez en cuando los hago de gala, y los hago yo misma. Unas veces pido que me corten el fiambre de pavo cuadrado en lonchas gorditas, y con una de queso entremedias se enhueva, se empana, a la sartén y listo. Pero otras veces los hago de filetes, que son igualmente fáciles pero quedan más contundentes. En este caso los hice con filetes de jamón de cerdo cortado muy fino, que doblé sobre sí mismos con queso por dentro, y empané dos veces para no usar palillos. Quedaron muy buenos, pero aunque el jamón de cerdo (no jamón curado) era muy fino, quedó demasiado basto. Recomiendo por otras veces, filetes de babilla muy finitos y romperlos un poco la fibra pasándoles el rodillo. Es la misma carne para el carpaccio, que hay que pedir muy muy finita, congeladla, y rompedla más si cabe son el rodillo golpeando, amasando y estirando. La foto del sansa acompañada de rúcula, que tuvo más éxito de público (el santo y las niñas) que de crítica (yo) ya la puse arriba.
 
En uno de esos momentos tontos, y retomando la conversación abandonada meses atrás (ver flashback 33 y 1/4) hablaba la niña grande de si al nacer los niños dolía.
-Pues no, hija, afortunadamente con la epidural, lo más probable es que no duela
 
Por otras cosas, saltamos al tema de los abortos que tuve previos a sus embarazos y nacimientos...y la maquinaria se volvió a disparar.
 
-Y...entonces, si se pierde el bebé...para quedarte embarazada otra vez tienes que...- y me mira con ojos interrogatorios, mientras mueve la mano haciendo círculos hacia mí para que yo complete-
 
-Caballo-dice el santo mientras ella abre sus enormes ojazos, espantada de nuevo
 
-Jooooooooooooo, noooooooooooo-exclama desesperada
 
-Bueno, hija-ha llegado la hora de confesar uno de los motores del mundo-la verdad es que a las hembras de muchos animales parece que les duele, y les resulta molesto...pero a las personas en general...nos gusta.
 
-¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?
 
-Sí...lo que pasa es que tienes que ser MÁS mayor, y conocer MUCHO a la pareja y que te conozca a ti (pero mucho mucho) y hacerlo BIEN (me voy a guardar los procedimientos, preliminares y demás para otro día)
 
-Pero si es un ascooooooooo es como una caca, mama (ver el color del pene del caballo que era similar al del programita) da mucho ascooooo
 
-Hija, ya sé que ahora no lo crees, y que no te lo parece, pero cuando seas mayor, no te parecerá igual -le digo yo-
 
-Sí, cuando tu cuerpo cambie y te hagas mayor, incluso querrás hacerlo-añade el santo-
 
-Pero cuando tengas ganas, te aguantas ¿vale hija? te aguantas hasta que seas más grande, y hablas con mamá para que yo te explique como hacerlo BIEN para que no duela.
 
Y aquí se cruzaron otras conclusiones sobre drogas y alcohol que habíamos hablado otros días a propósito de noticias por las que ella pregunta, y en las que nosotros recalcamos la falta de control que éstas producen, y las tonterías y desgracias que pueden llegar a ocasionar. En un segundo ella dedujo, con gran sensatez, que cuando fuera mayor...
 
-Pues por si acaso no me voy a emborrachar nunca, no sea que lo haga sin darme cuenta-
 
La cara del santo y la mía fue todo un poema, que fuera capaz de traer a colación unas conversaciones sobre otras.
 
-Por supuesto, hija, por supuesto...para hacer esas cosas, hay que tener la cabeza muy clara y despejada....
 
Y me preguntó a mí, a su mamá, con la cabeza girada en confidencia, interrogándome con su mirada gigante de dibujo manga, en la que leí su enorme preocupación para, en un futuro, convencer a su gran amor de escuela de hacer lo correspondiente para tener hijos.
 
-Mamá...¿y tú crees que los chicos querrán hacer..."eso"?
 
Cada día, hija, querrán cada día-pienso, pero no se lo digo-
 
-Sí cariño, sí.
 
Estoy exhausta...
 

sábado, 15 de febrero de 2014

La biblioteca

Hoy llovía poco y hemos salido a pasear con los paraguas, para la niña chica es una fiesta poder usarlo. Nos hemos acercado a la biblioteca, donde le hemos hecho ya su carnet, que le ha hecho mucha ilusión. Y como no podía ser de otra forma, su primer libro prestado ha sido el que más veces cogimos con la niña grande cuando tenía su edad: La casa de los besos. Os lo recomiendo si tenéis niños pequeños, les encanta, casi tanto como El Pollo Pepe, otro gran favorito. Hablando de pollo, hoy lo compramos asado, pollo bailarín como sigue diciendo la niña grande. Mañana sin falta, Cordón bleu caseros.
Voy a triunfar.

viernes, 14 de febrero de 2014

Feliz día de San Valentín...

De parte de mi niña grande.

Que el amor, por vuestros padres, por vuestros hijos, por vuestros amigos, por vuestra  familia...siempre os acompañe y guíe todos vuestros actos.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Woodkid - Run Boy Run. Desaparecida pero feliz.

Atrapó mi atención desde el momento que la escuché en un anuncio de televisión, a mí, que no me enganchan casi ni con lo que necesito. El santo me lo ha buscado hasta encontrarlo. A mí me gusta, lo mismo a vosotros también. No sólo ésta, sino todo el disco, es Woodkid y el disco The Golden Age.





Estoy desaparecida, pero por aquí, y bien, afortunadamente. He descubierto que puedo publicar desde el móvil más fácil de lo que podría imaginar, así que es probable que a partir de ahora publique más a menudo, aunque las fotos no sean de buena calidad, aunque no haya cosas extraordinarias que contar, pero sí imprescindibles en mi vida.





La niña chica hizo 3 años hace unas semanas y la niña grande hará los 10 en otras poquitas. El tiempo vuela, y si puedo, pienso atraparlo, saborearlo, masticarlo, desmenuzarlo y digerirlo mientras sucede. Que no lleguen otros ocho, o diez, o doce años más y mi niña grande, siendo mujer, tome ya sus decisiones de adulta y yo me pregunte qué hicimos en todos estos días intermedios.




Run boy run (don't run my girl, don't run....)