lunes, 16 de julio de 2012

Comidas veraniegas (y libertad horaria comercial)

Hasta hace un rato he estado preparando varias comidas fresquitas de verano, de esas que quedan hechas en la nevera, te duran algo más de dos días, y te hacen un favor y gran ilusión cuando llegas de trabajar.

En el salón el santo y la niña grande ven asombrados un programa de televisión, me llaman constantemente -mira mamá, ven- yo que estoy tan agusto abstraida en mis pensamientos mientras cocino. Y es que a veces nos pasa ¿no os pasa? que las cosas no son tan buenas si no las estás compartiendo con los tuyos. Todos juntos, aunque te aburras, pero juntos.

Esta misma tarde, tras venir de la piscina nos hemos puesto a arreglar collares rotos, usados, a ver si sacábamos alguno entero. La niña chica, que ya tiene poco de bebé, los enredaba. La grande aprovecha y saca su caja de cuentas para hacer sus propias creaciones. Y ahí estamos, las tres, cada una haciendo una cosa diferente, pero juntas bajo el mismo techo. Si estuvieramos separadas, me estarían reclamando todo el rato. Con el santo es igual. Uno puede estar viendo la tele, o leyendo, y el otro chafardeando con el ordenador. Pero uno al lado del otro. Por si acaso uno quiere decir algo. Porque lo mismo se presenta algo que hay que compartir, aunque sea con una mirada. Aunque mientras tanto haya silencio.

Nunca he entendido a esas personas que no quieren acabar en una cafetería junto a su pareja sin hablar ¿acaso no saben cuanta confianza se necesita con alguien para poder estar cómoda con una persona durante horas sin hablar?

Esto no tiene nada que ver con el amor ¿o sí? pero estoy segura que sí con el cariño y con la confianza, y el conocimiento mutuo. A veces las palabras se sustituyen por una mirada rápida que lo dice todo, y que a veces incluso se evita delante de personas para que no se den cuenta, que te diste cuenta. Y tú piensas: no me mires, ya sé lo que estás pensando, no me mires ni esperes que te mire, que se van a enterar que nos hemos enterado...¿complicidad le llaman?

Confianza y complicidad. Casi nada. Eso no está en la fase de enamoramiento puro y duro, el hormonal, el agotador. Porque ahí aún vas buscando clavos que sostengan lo que sientes, y atarlo ¿lo sentirá igual? eso no pasa con los años y con la pareja mayor sentada en una cafetería sin hablarse. Saben exactamente, para bien, para mal y para regular, lo que pasa con el otro, y lo que pueden esperar.

Si a esas alturas del silencio, no saben lo que piensa el otro, entonces creo que sí hay problemas.

Pero mientras tanto yo venía a decir, a propósito de la libertad horaria de los comercios, y sobre las aperturas de todos los domingos y festivos en la comunidad de Madrid, que es una milonga.

Que todos sois (somos) consumidores, que no os creáis la chorrada esa de que van a crear puestos de trabajo: es mentira.

Los trabajadores del comercio que libraban el domingo, ahora lo trabajarán, y se lo darán a librar entre semana. Como ha venido pasando, por ejemplo, en diciembre, cuando se abría todo el mes ¿alguien cubre ese día? no os engañéis, nadie nuevo, lo cubren los compañeros. Y si no hay compañeros, lo cubren otros compañeros, aunque cada uno ya acumule el trabajo de 4 personas.

Que pienses que no vas a levantarte ningún día todos juntos, con tu marido y tus hijas se hace duro, aunque la vena optimista, harto exprimida, te diga que menos mal que conservais el trabajo. Que no pasa nada porque libre un miércoles laboral para mi y que no podamos disfrutar todos al menos de una jornada. No ya un fin de semana. Sólo un día...conciliación familiar empieza a ser ya un concepto fósil...existió, queda algún resto. Aún así, no puedo quejarme, compartimos por lo menos casi todas las tardes con nuestras niñas, no sé durante cuánto tiempo, pero lo hacemos. Sin ir más lejos mi cuñado trabaja a turnos, y a veces tampoco libra durante días, y si el turno es de mañana mientras sus hijas están en el colegio...vale, pero si trabaja toda la tarde, mientras mi hermana tras su trabajo carga con todo para verse a las 00.00...pues eso.

Hoy tuvimos suerte. Y sin contar ayer con este domingo especial, al final se apiadaron y le llamaron para cambiar el turno, y que librara hoy el santo.

Crisis es cuando un domingo inesperado, sin visos de ser disfrutado con tu pareja y tus hijas, se transforma en un día largo, aprovechado, en el que estáis literalmente juntos y pegados, aunque sea haciendo cada uno lo suyo, o hasta para aburrirse.

Y tú, completamente gilipollas y ajena al sistema, te sientes hasta feliz, e inmensamente rica.

Venga, va. La receta:

He hecho Salmorejo y Ensalada de judías blancas:

El salmorejo rapidito porque era de tomate natural de lata:

-Una lata de tomate natural entero pelado (yo tiro el caldo, que sabe a conservante)
-Un poco de pan reposado, y si no hay, reciente.
-Un diente de ajo. Quitar el brote para que no repita
-Sal y aceite de oliva virgen extra (AOVE)

Triturar todo bien finito en la batidora. Yo lo sirvo con huevo duro y jamón picado ¡delicioso! Con un huevo por persona, y bien de jamón, nosotros lo tomamos en verano como plato único (los adultos)

Y ahora la ensalada de judías blancas:


-Un bote de alubias blancas cocidas
-Un pimiento pequeño verde picado en trozos pequeños
-Media cebolleta picada igual
-2 latas de atún (o palitos de cangrejo, o anchoas)
-1 latita de maiz
-2 tomates picados en trocitos
-un puñado de pepinilos en vinagre picado en rodajitas
-Sal, AOVE y vinagre

Mezclar todo y dejar reposar para que se mezclen los sabores. También es plato único si le ponemos más proteina (atún, caballa, cangrejo, huevo, anchoas....)

Y nada más (ni menos)

Y que si podéis, evitad comprar en domingo. De verdad, que no estáis haciendo ningún favor ni a la economía, ni a las familias.

Abrazos apretaos