jueves, 22 de marzo de 2012

60 como 15

Sesenta años, mama. Estás preciosa, quiero ser como tú.

No te mueras. Abrazamé fuerte. Gritamé si no te abrazo.

 
Recuerdo: Tú con 30 años, y yo con unos 7. Tu vestido de botones rojo, morena, preciosa, con tu pecho grande, generoso, blandito y acogedor.

lunes, 19 de marzo de 2012

El padre y el cristal

Hola papa:

Hoy la Nena me preguntaba por qué yo no le regalaba nada al suyo. Le he explicado que mientras ella fue bebé, la sustituí en esa tarea, pero ahora era ella y su hermana (que ha venido con regalo de la guarde también) las que lo hagan. Yo tengo mi propio padre, le he dicho, aunque sea de espíritu.

No me apetece ir al cementerio. Ni hoy, ni en tu cumple, ni en el día de Todos los Santos. Por eso te escribo.

Para mí el día del Padre, o de la Madre, son importantes. Aunque haya que ser buen hijo todo el año. Pero esa ilusión del regalito hecho en la clase...¡y la ilusión al abrirlo! no me extraña que te gustara tanto, porque ahora me encanta recibir cositas de mis hijas. Pero tú hiciste que ese día también tuviera importancia para mí, cuando nunca la he querido, ni sigo queriendo un protagonismo que para mí sigue siendo de los padres, y no de la onomástica. Aunque es bonito llevar el nombre del abuelo...

Pero me acuerdo de aquel año, cuando yo tendría unos 6 ó 7 en el que yo te felicitaba y tú me felicitabas a mí, y yo no entendía el porqué. Y me regalaste un colgante de cristal con mi nombre escrito. Me pareció un tesoro, un tesoro que quería conservar por el resto de mi vida.

No fue así, y terminó roto por la mitad. Sin embargo el recuerdo es tan vivo que ahora ya no necesito el objeto físico para revivirlo. Me aferro a estos pensamientos para desprenderme más fácilmente de tanto objeto material, mi gran talón de Aquiles, conseguir tirar algo y no acumular.


Me he reido mucho hoy con el santo y las niñas, han sido felices, pero yo no he tenido un feliz día del Padre. Mira tú que tonta, puedo evocar un cristal pintado sin tenerlo delante, y no puedo soportar no poder abrazarte hoy (ni ayer, ni mañana).

Doce años y seguimos en éstas. Vaya mierda.

miércoles, 14 de marzo de 2012

8 años tiene mi amor (de ensaladas y de tartas)

Tesoro,

Dicen que los años bisiestos traen desgracias y mala suerte. Dejamé decirte que es una tontería como otra cualquiera.

Las cuentas decían que debiste haber nacido el 5 de marzo de un año bisiesto, hace ya 8 años. Nos reíamos, y a la vez temíamos que te adelantaras 6 días, y nacieras el 29 de febrero, y así, como tu tatarabuela Luz, sólo lo celebraras cada 4 años. Hubiera sido curioso, ya que llevas el nombre de otra de tus tatarabuelas, aunque, como diga Isabel Allende, se confundan en los libros de vida (yo creo que era una puya hacia Gabo por tanto Jose Arcadio y Aureliano Buendía en Cien Años de Soledad)


Ya te he contado muchas veces que tu nombre lo elegimos entre los nombres de nuestras bisabuelas porque me gustaban mucho. El tuyo nos encantó a los dos.

Pero no. Te retrasaste como tu hermana, hasta la semana 41 y 2 días. Es decir, que naciste el 14 de marzo. Un día de marzo especialmente soleado, como hoy, y caluroso.

Tesoro, ese momento cambió mi vida para siempre. Yo no imaginaba que iba a dar a luz en un paritorio con un ventanal tan grande, viendo la entonces ciudad deportiva del Real Madrid cuando estaba enfrente de la Paz. El sol entraba a raudales para darte la bienvenida, porque toda tú eres sol, luz, alegría y chispas. Desde que naciste eras como eres, así de especial, de terremoto, de bonita y de campanilla. En el mismo paritorio cuando oiste a tu padre, giraste la cabeza hacia él. No lo olvidaré jamás.

Tampoco olvidaré nunca tu olor, tan tuyo y que reconozco lejanamente en tu padre, mezclado aún con mi sangre, y nuestras dos primeras horas juntas, pero desde el otro lado de la tripa ya...

Mañana tendrás tu superfiesta de cumpleaños tal y como deseabas, aunque un pelín más austera, que no con poco esfuerzo aceptas también, llenándome al final de orgullo, porque gana al final tu empatía al egocentrismo propio de tu edad.

Y también tendrás tu mini-fiesta sorpresa en casa ¡como si no supieras nada, que nos has preguntado directamente si te la estamos preparando! Sólo sabes que la yaya te sacará antes del cole, para, supuestamente comer huevos fritos con patatas, salchichas y bacon, tu superplato favorito (y el mío, y de media España) No sabes que la yaya te entretendrá un rato, y que nosotros saldremos antes de trabajar para tenerte un gran ¡Cumpleaños Feliz! para comer todos juntos, listilla.

Papá y yo hemos estado cocinando hasta ahora diferentes ensaladas y ensaladillas, la rusa para mí y la yaya. Aprovecho que viene porque sólo me gusta a mí y a ella, así no peco sola. Y para vosotros otra de tus ensaladas favorita: alemana de salchichas, que lleva:

-Patata hervida (entera) y luego cortada en cubitos
-Manzana troceada cruda
-Bacon
-Salchicha en trozos alemana, blanca o de la otra.

Se rehoga todo junto después de dorar el bacon en tiras y se le añade una salsa de mahonesa, con 2 cucharadas de mostaza y una cucharada grande de miel.

También hemos hecho tu tarta favorita, el pie (pai) con forma de corazón de hojaldre y compota de manzana y canela por dentro que ya explicamos aquí cuando el cumple de la Bebé.

Hoy, en este momento de publicación, a las 11,23 viste la luz. Y nos la trajiste a todos los demás.

Te quiero tesoro. Estoy segura que vas a tener un feliz, feliz, feliz Cumpleaños.